EL JUEGO EN LA INFANCIA

 


“Donde el lenguaje se detiene, lo que sigue hablando es la conducta”

Françoise Doltó



La terapia con niños/as se apoya en el juego. Es a través de este que los/as niños/as son capaces de mostrar todo aquello que se encuentra en su mundo interno. Lo que les angustia y les reconforta. Lo que por su dureza y/o complejidad no puede ser explicado con palabras.

CONCEPTO DE JUEGO

Es una actividad que cuenta con la participación de una o más personas cuyas funciones principales son las de entretener, divertir, aprender y estimular física y mentalmente.

Así mismo, es importante no olvidar que el juego es un derecho aprobado en la Declaración de los Derechos del Niño, puesto que es un instrumento primordial para estos, ya que aprenden habilidades motrices, a socializarse, a adquirir normas y valores y beneficia su autoestima.

TIPOS DE JUEGO

Existen varias clasificaciones atendiendo a varios criterios que cito a continuación:

·         Según Jean Piaget que fue un importante epistemólogo y biólogo suizo reconocido por sus aportes al estudio de la infancia y por su teoría constructivista del desarrollo de la inteligencia. Se puede distinguir en diferentes etapas en las que el niño desarrolla un aprendizaje nuevo dentro de sus ámbitos de desarrollo:

o  Juego motor: Propio de los niños hasta los 2-3 años. El cuerpo y el control de los movimientos son la base del juego.

o   Juego simbólico o de imitación (de 3 a 6 años aprox.) El niño da vida a los objetos y a través de ellos imita el mundo de los mayores. Por eso en esta edad, aunque no tengan juguetes, se los inventa y no necesita de otras personas para sus juegos. En esta etapa se produce un gran enriquecimiento del lenguaje.

o   Juego de reglas (de 6 a 12 años). El niño comienza a disfrutar en compañía de los otros y se interesa por las relaciones interpersonales reproduciéndolas en sus juegos. Hay una asignación de papeles, unas normas y unas reglas de acatar, pasando a una relación de cooperación e interacción con los demás niños. Son frecuentes los juegos competitivos donde unos ganan y otros pierden. En esta etapa los amigos empiezan a ocupar un lugar muy importante.

·         Según el espacio en que se realizan:

o  Los juegos de interior: manipulativos, construcción, imitación, juegos simbólicos, juegos verbales, de razonamiento, memoria, videojuegos, juegos de mesa…

o   Los juegos de exterior: correr, perseguirse, esconderse, montar en bici, patinar…

·         Según el papel del adulto:

o   Libre: El adulto está ausente ante los ojos del /la niño/a.

o   Dirigido: El adulto va dando pautas al niño y la niña para orientar el juego.

o   Presenciado: El adulto está presente pero no dirige el juego del niño y la niña.

·         Según el número de participantes:

o  Juego individual: Necesario para el desarrollo personal e intelectual. En según qué edades debe controlarse para que no se le dedique un tiempo excesivo, especialmente cuando se trate de videojuegos o juegos que favorezcan actitudes de aislamiento o comportamientos adictivos.

o   Juego de grupo: Pueden ser cooperativos o competitivos.

·         Según la actividad que promueve en el niño:

o  Juego sensoriales: los juegos en los que los niños fundamentalmente ejercitan los sentidos. Se inician desde las primeras semanas de vida y se prolongan durante toda la etapa infantil.

o   Juegos motores: tienen una gran evolución en los primeros años de vida y se prolongan durante toda la infancia, incluso en la adolescencia.

o    Juegos manipulativos: encajar, ensartar, construir…

o  Juegos simbólicos: son el juego de ficción, el de -hacer como si- que inician los niños desde los dos años aproximadamente: muñecas, cochecitos…

o    Juegos verbales: favorecen y enriquecen el aprendizaje de la lengua.

o    Juegos de fantasía: dramatizaciones, disfraces…

o Juegos educativos: juegos de razonamiento o memoria, estrategia, aprendizaje de conocimientos…

·         Según si está suscrito a reglas o no:

o   Reglado

o   No reglado

DESARROLLO DEL JUEGO EN LA INFANCIA

Podemos decir que hasta el tercer y cuarto mes de vida no se inicia la actividad lúdica en los/as niños/as, propiamente dicha.  El primer juego tiene que ver con la relación con la madre a la que va reconociendo, la toca y comienza a jugar con su cuerpo.

Alrededor de los cuatro meses se produce un cambio en el desarrollo mental del niño y la niña, por el que se da cuenta de que los objetos funcionan como símbolos. Al mismo tiempo se producen en su cuerpo cambios que le facilitan su examen del mundo.

Entre los cuatro y los seis meses el/la niño/a es capaz de sentarse y va cambiando su relación con los objetos que le rodean. Empieza a explorar usando como herramienta principal, la boca.

Jugar a hacer desaparecer y aparecer cosas es uno de los primeros juegos a practicar, donde el/la niño/a se ve expuesto a la angustia de la pérdida del objeto de la cual se libera tras volver a aparecer dicho objeto, tras ser descubierto detrás de aquello que lo ocultaba o al abrir los ojos que había cerrado como parte del juego.

Por otro lado, descubre que es capaz de emitir sonidos a través de su cuerpo, laleos que son su primer intento de expresión verbal y aquellos que se producen a través de agitar el sonajero o golpear objetos.

También es muy habitual el tirar  cosas al suelo y esperar a que el adulto se lo devuelva, este modo de juego tiene que ver con la vivencia de poder recuperar lo que ama.




“En el juego y sólo en él, puede el niño o el adulto crear y usar toda la personalidad, y el individuo descubre su persona sólo cuando se muestra creador”

Donald Winnicott

En la segunda mitad del primer año empieza a descubrir que algunos objetos pueden estar huecos y que incluso unos pueden encajar en otros o contener otro. Explora las acciones de sacar, unir y separar.

Empieza también en esta época el gateo, lo que le /la va a permitir acercarse y alejarse voluntariamente de los objetos para reencontrarse con ellos cuando considere oportuno.

Seguidamente se da cuenta de algunos  de los procesos  de su cuerpo; los alimentos entran por la boca y salen transformados. Los sólidos se vinculan con su capacidad creadora. El/la niño/a siente cierta atracción por estas sustancias y encuentra en el juego con la arena y el agua, así como en la plastilina, un buen sustituto a poder jugar con sus propias heces. Juego de modelaje.

En este momento empiezan a despertar su curiosidad objetos como los tambores, las pelotas, y los globos que simbolizan el vientre fecundo.

Lo interesante del tambor como juguete es que comienza representando un símbolo de fecundidad, pasa por ser un instrumento de comunicación y con posterioridad se convierte en un elemento en el que descargar las tendencias agresivas. El hecho de que el niño pueda hacer estar descarga contra un instrumento que no se destruye colabora en que no aparezca el sentimiento de culpa.

Muñecos/as y animales serán los predilectos para mostrar a través de ellos todas sus experiencias biológicas, serán objeto de amor y de malos tratos.

El niño que juega investiga y en ocasiones no necesita muchos objetos para crear y desarrollar su imaginación, tampoco necesita de la intervención de un adulto que en ocasiones podría más frenar su acción creadora que facilitarle el desarrollo de la misma.

Tampoco requiere un gran espacio pero si un ámbito del que se sienta dueño/a

Después de los tres años, comienzan a hacer representaciones a través del dibujo de los componentes de la familia.

La simbología de la vida genital es muy rica entre los tres y los cinco años. Los deseos genitales adquieren importancia a esta edad y se expresan a través de todo tipo de actividades. Los juegos sexuales entre ellos son la norma y no solo no son perjudiciales sino que resultan importantes para su desarrollo. A través de dichos juegos expresan su necesidad de tocar, de mostrarse, de ser vistos y de ver.

Después de los cinco años es probable que se den juegos que lleven a la identificación con el adulto del mismo sexo.

Con la entrada del / la niño/a al colegio se da un cambio en el mundo del juego. Las letras y los números se convierten en motivo de juego. Aparece la curiosidad por el conocimiento.

Se aprenden también en esta época el significado de la competencia y del compartir, así como el desempeño de los diferentes roles.

El /la niño/a tiene el desarrollo cognitivo suficiente para poder participar en juegos reglados, en los que aparece también va la pericia y la estrategia.

Poco a poco aparece en el juego la necesidad de enfrentar a los padres, entrar en un mundo de adultos y competir contra ellos.

A partir de los siete y ocho años y hasta la llegada a la pubertad, el cuerpo vuelve a tener una importancia fundamental. Por lo que los juegos que imperan en esta época tienen que ver con el movimiento, tales como lucha, carreras, juegos de manos, pillar al otro.

Aparece también en el juego la oscuridad, a veces vinculada a la exploración y la búsqueda con un cierto componente genital más evidente.

Aunque en esta etapa se da una vuelta al cuerpo y un cierto abandono del juego con objetos; desprenderse de los juguetes exige una elevada labor de duelo es por esto que muchos adolescentes aún guardan algunos objetos de su niñez de los que les cuesta desprenderse.

A partir de los diez u once años tanto el niño como la niña tienden a rodearse de sus iguales del mismo sexo con el objetivo de conocerse y aprender las funciones de cada sexo.

Abandonan paulatinamente el mundo de los juguetes y las relaciones sociales tomarán especial importancia en este momento.

El/la adolescente no solo se despide de los juguetes sino que también se desprende para siempre del cuerpo de niño/a.

IMPORTANCIA DEL JUEGO

Es fácil con todo lo visto hasta el momento, darse cuenta de lo importante que es para un/a niño/a jugar.

A través del juego, el/ la niño/a interacciona con su medio, descubre, aprende y experimenta cosas. Desarrolla capacidades, habilidades e interioriza valores. En ocasiones, desde nuestra visión de adulto se nos olvida lo importante que es. Lo que nos supuso y nos aportó a nosotros/as cuando éramos niños/as y tuvimos la oportunidad de jugar.  Es por eso que desde nuestro prisma de adultos, a veces frenamos el juego y en ocasiones coartamos a los /as niñas en esta labor porque desordenan, molestan, ensucian…

El juego es fundamental para ellos,  explorar,  simbolizar, aprender, desarrollarse… prepararse para salir al mundo como futuros adultos que serán.


Rocío Vergillo Masip

Psicóloga y Mediadora en Conflictos


Fuente bibliográfica:

Aberastury, A “El niño y sus juegos” Ed. Paidós educador. 2010 



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