Cuando el silencio duele: una reflexión sobre la violencia que no siempre se ve
Cada 25 de noviembre se alzan voces, se pintan calles de violeta y se comparten mensajes que nos recuerdan que todavía hay mujeres viviendo bajo la sombra del miedo.
Pero más allá de las cifras y de las campañas, la violencia contra la mujer también habita en los silencios: en lo cotidiano, en lo que se justifica, en lo que no se nombra.
La violencia no siempre se presenta como un golpe. A veces se disfraza de control, de desvalorización, de indiferencia. Otras veces, se esconde tras frases como “es por tu bien”, “no exageres” o “sin mí no eres nada”.
Son formas de manipulación emocional que erosionan la autoestima, distorsionan la percepción de la realidad y terminan aislando a quien las sufre.
Desde la salud mental, sabemos que la violencia no es solo un hecho físico o verbal: es una herida profunda que afecta la manera en que una persona se percibe, se vincula y se siente capaz de decidir sobre su propia vida.
Por eso, acompañar desde la escucha y la comprensión es tan importante como denunciar o visibilizar. Escuchar sin juzgar, sostener sin dirigir, validar sin minimizar.
Romper el silencio no siempre es fácil. Implica reconocer el dolor, la confusión, la culpa y el miedo. Implica también encontrar un espacio seguro donde reconstruir la confianza, la identidad y el sentido de dignidad.
Este 25 de noviembre no se trata solo de recordar a las víctimas, sino también de comprometernos como sociedad a promover relaciones más sanas, igualitarias y libres de violencia.
Porque prevenir la violencia empieza mucho antes: en cómo educamos en el respeto, en cómo aprendemos a comunicar sin herir, en cómo enseñamos a cuidar sin controlar y a amar sin poseer.
Si tú o alguien que conoces está viviendo una situación de violencia, recuerda que no estás sola.
Pedir ayuda es un acto de valentía. Hablarlo puede ser el primer paso hacia la libertad.
Si sientes que algo no va bien en tu relación o te reconoces en alguna parte de este texto, busca acompañamiento profesional.La ayuda existe y puede marcar la diferencia. No tienes que hacerlo sola.
Comentarios
Publicar un comentario