La tolerancia: comprender más allá de las diferencias



Cada 16 de noviembre se celebra el Día Internacional para la Tolerancia, una fecha que invita a reflexionar sobre el valor de convivir, escuchar y respetar a los demás incluso cuando no compartimos sus ideas, decisiones o formas de vivir.

Vivimos en una sociedad diversa: diferentes formas de pensar, sentir, amar o creer conviven en un mismo espacio. Y aunque esto nos enriquece, también puede generar tensiones, conflictos y malentendidos. La tolerancia se convierte entonces en una herramienta fundamental para la convivencia, la paz y la salud emocional colectiva.

🌿 Tolerar no es aguantar: es comprender

A veces se entiende la tolerancia como resignación o aguante, como una actitud pasiva ante aquello que no nos gusta.
Pero la verdadera tolerancia nace del respeto y la empatía, no del silencio o la sumisión.

Ser tolerante no significa aceptar lo injusto o callar ante el daño, sino escuchar sin atacar, comprender sin juzgar y reconocer la dignidad del otro aunque no pensemos igual.

La tolerancia es activa: implica elegir conscientemente la comprensión frente a la crítica impulsiva, el diálogo frente al enfrentamiento y la curiosidad frente al rechazo.

💬 La tolerancia también empieza en lo cotidiano

No hace falta mirar grandes conflictos internacionales para practicar la tolerancia.
La encontramos cada día en nuestras relaciones más cercanas:

  • Cuando escuchamos sin interrumpir a alguien que piensa distinto.

  • Cuando evitamos responder con ira ante una diferencia.

  • Cuando dejamos espacio a la diversidad en nuestra familia, pareja o trabajo.

  • Cuando comprendemos que no hay una única forma correcta de vivir o sentir.

Practicar la tolerancia en lo cotidiano fortalece nuestra inteligencia emocional y nos permite mantener relaciones más sanas, basadas en el respeto mutuo.

⚖️ Tolerancia y salud mental

La falta de tolerancia genera tensión, frustración y conflicto interno.
Aceptar que el otro puede ser, pensar o sentir diferente nos libera de la necesidad constante de tener razón y nos permite convivir con más calma y bienestar emocional.

Desde la psicología, cultivar la tolerancia implica desarrollar empatía, escucha activa y autorregulación emocional: tres pilares que también ayudan a prevenir la violencia y los conflictos.

Cuando aprendemos a tolerar, también aprendemos a convivir con nosotros mismos con más amabilidad.

🌺 Un compromiso con la convivencia

En el contexto del mes de noviembre —en el que también recordamos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer—, hablar de tolerancia no es casualidad:
es una invitación a reflexionar sobre cómo nuestras palabras y actitudes pueden construir o destruir vínculos.

Ser tolerantes no significa renunciar a nuestras ideas, sino expresarlas con respeto y abrir espacio para las de los demás.

La tolerancia es, en definitiva, una forma de cuidado mutuo.

Si sientes que te cuesta gestionar emociones intensas, comunicarte sin conflicto o convivir con la diferencia, pedir ayuda profesional puede ser un gran paso. A través de la psicoterapia o la mediación, es posible desarrollar recursos para mejorar la comunicación, la empatía y el bienestar emocional.

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